Fui a un festival del fanzine y ahora soy muy feliz

Mi crónica sobre el Nottingham Zine Fest.

El futuro es análogo.
El futuro es humano.
El futuro es impreso.
El futuro está escrito.
El futuro es ludita.
El futuro tiene máquinas que sirven al humano, no humanos que sirven a las máquinas.
El futuro tiene tecnología que alimenta a la naturaleza, no naturaleza que alimenta a la tecnología.
El futuro construye puentes, no muros.
El futuro contiene idiomas, no caos.
El futuro tiene arte, tiene ciencia, tiene humanidad y matemáticas.
El futuro es abundante.
El futuro es colaborativo.
El futuro es horizontal.
El futuro es expresivo.
El futuro celebra lo que hace única a cada persona, mientras nos recuerda que somos iguales.
El futuro es fértil.
El futuro es hermoso.
El futuro es verde.
El futuro está abierto.
El futuro es universal.
El futuro es ahora.

Necesitaba algo que calmara mi pavor a la desconexión entre la gente y a la perdición entre las máquinas. Encontré ese algo en el Nottingham Zine Fest, un festival del fanzine que se llevó a cabo el pasado 8 de noviembre en la biblioteca central de Nottingham, a solo una media hora en tren de mi ciudad Leicester.

El festival, sin fines de lucro, fue una celebración de “la autoexpresión y el poder de la imprenta”. Contó con exponentes de todo el país y el mundo, con numerosos artistas, ilustradores, escritores, activistas, diseñadores, educadores, editoriales y demás apasionados de la cultura hazlo-tu-mismo, de la creación, impresión, distribución, divulgación, y colaboración independiente.

Había puestos con fanzines y demás material impreso a través de los tres pisos de la biblioteca, así como talleres y pláticas. Algunas de las siguientes fueron mis favoritas:

El taller de calcamonías de Dizzy Ink. Me fascinó hacer ilustraciones para un proyecto futuro y transformarlas en stickers súper bonitas y brillantes. Literal, ahora estoy juntando para comprarme mi propia mini-impresora de etiquetas como la que usamos en el taller.

El taller de serigrafía, también de Dizzy Ink. Fue extra especial porque lo dio Sian Morrell, una persona a la que no había visto en años. Nos dio muchísimo gusto encontrarnos, y aparte aprendí a grabar una bolsa conmemorativa del evento.

La plática de Mr Gordo, cofundador de Zine Swap, un proyecto en el que la gente de todo el mundo les manda copias de su fanzine y reciben una selección al azar de otros fanzines a cambio. Puedes participar desde donde quiera que estés. El proyecto lleva desde el 2008, y acaba de volver con todo desde un tiempo de descanso. Me inspiró bastante.

La cámara de Game Boy de Jake Pink/Hotpinkpixels. Es, literal, un Game Boy con función de cámara fotográfica digital como los que salieron por allá de los 90s. Los aficionados descubrieron que usaba la misma tecnología que las cámaras de Televisión de Circuito Cerrado (CCTV), ese sistema de supervisión que se esparce por todo Reino Unido. Jake adaptó una lente como las que usan estas cámaras y ahora la usa para tomar sus fotos. Fue un bálsamo al corazón saber que una tecnología tan fría y pavorosa puede usarse para algo tan bello y divertido.

Estaba tan contenta de ver esto en acción, que salgo con una sonrisota incontrolable en las fotos que me tomó Jake. Al principio no me gustaba como salía, pero ahora veo que es lo que es: expresión de la felicidad que sentí ese día.

El taller de fanzines de Artizine. Apenas la acabo de conocer, y Ioana Simion ya es una de mis personas favoritas. Ioana es de Rumanía, vive en Londres, y desde ahí hace sus zines personales e imparte talleres presenciales y en línea. Su amor por la creación de zines es inmenso. Sobre todo, por el collage. Para ella, “la vida es un collage”. Fue relindo encontrar a alguien que ama el collage tanto como yo, y que ve este arte como forma de expresión y conexión más allá de los parámetros del sistema hegemónico. Tiene su taller en línea una vez al mes.

Los zines de nialldraws. Me encanta su cerebro. Fan de la música pop, antifan del arte generativo. Su fanzine sobre “Romeo” de Basement Jaxx es una versión más lúdica de la serie de libros de 33 1/3. Es brillante. Y sí, esa canción es lo máximo. También tiene un fanzine sobre cómo se siente ir a nadar y escuchar música bajo el agua. Recuerdo que Daniel Snaith de Caribou me dijo lo mismo hace muchos años, y por eso hizo su álbum Swim. Es una sensación bellísima que Niall también ama, y fue muy tierno que hablara de eso y hasta compartiera una playlist buenísima.

Volví a casa con el corazón contento, con el alma ligera, y con una sonrisota muy difícil de borrar. Aunque los medios y el establishment nos quieran hacer creer que si no nos entregamos a lo generativo, los datos y el exceso tecnológico, nos quedaremos atrás, la verdad es que en eventos como Nottingham Zine Fest nos damos cuenta que quienes todavía creemos en el poder transformador de la imprenta, lo hecho a mano, y la comunidad en persona y en línea, vamos varios pasos adelante.


Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más en Hazlo por Ella

0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x