Un poema ilustrado sobre arqueología en Nuevo León.
Estas ilustraciones y el texto que las acompañan son ejercicios que nacieron del taller Libros Divinos que imparte la poeta, editora e ilustradora Aldana Antoni. Inspirados en los petroglifos de regiones arqueológicas en Mina, Bustamante y Parás, Nuevo León.
No recuerdo los cantos de mis ancestros
ni sus leyendas urbanas,
de cuando el área metropolitana
se decía estar compuesta de polvos y cerros.
A varios minutos de casa me encuentro
con trazos cobrizos
que sobre las piedras registran, invictos,
crónicas, anhelos, relatos, recuerdos
de quienes por estos lugares vivieron.
Tan dimensionales,
si no es que más que los seres abismales
que hoy juran llevarnos al nuevo milenio,
al disque primer mundo, forrado de fierros –
pretenden que ignoran
el verde tapiz y abundante cultura
que hoy por hoy es riqueza, genuino progreso.
En esas pinturas los vemos.
Más que coexistir, las personas comparten
sus formas con las de montañas, árboles,
y otros seres que ahora solo viven en sueños.
Deja un comentario