Poema en vivo con Henry Normal.
Por allá en abril del 2017, me presenté en el Nottingham Poetry Festival como parte de Mouthy Poets, un grupo que se dedicaba a ayudar a poetas jóvenes a desarrollar su trabajo y presentarlo ante audiencias. Aunque el colectivo ya no existía desde finales del 2016, sus miembros seguimos presentándonos de vez en cuando bajo ese nombre hasta el 2020, que algunos miembros crearon Gobs Collective para darle seguimiento a la idea y extenderla a poetas emergentes de todas las edades.

Por ondas del síndrome del impostor y varios conflictos internos, no quería ir a la presentación pero fui de todos modos. Era en un loft adaptado como salón de eventos, pequeño y oscuro, en la planta alta de un edificio de unos cuatro pisos. Me había lastimado el pie, como siempre en aquel entonces, algunos meses atrás, pero me atreví a subir todos los escalones con mucha paciencia.
Me presenté y leí un poema que había apenas escrito unas semanas atrás. Era sobre la sensación de ser inadecuada como mujer o persona criada como mujer en mi cuerpo, cómo muchas personas pasábamos por lo mismo, y cómo la solución a nuestros problemas de imagen era casi siempre “al menos un hombre me ama como soy”. Aunque a veces a medias. Aunque a veces ni tanto. A eso se le agregaba el “al menos este cuerpo tan imperfecto pudo producir hijos”, y quienes no podíamos o queríamos quedábamos más imperfectas todavía.
Y esa sensación de ser inadecuada vaya que se sentía subiendo las escaleras, apenas respirando, meneándome en mis dimensiones de entonces y con mis dolores.
Después de leer el poema, bajo guirnaldas de luces, ante una audiencia que yo sentía que no ponía atención, un señor de mediana edad se me acercó. Tranquilamente, me saludó y me dijo: “ese fue el mejor poema de la noche”.
Ese señor era Henry Normal.
Los anglófilos empedernidos conocerán o no su nombre, pero sí parte de su obra. Es un poeta, comediante y guionista con más de treinta años dándole forma a la comedia británica tal y como la conocemos. Muchos de los trabajos de Steve Coogan, por ejemplo, fueron escritos con Henry. Entre ellos, la película de Philomena. También escribió con Caroline Aherne para programas como Mrs. Merton, una parodia de show vespertino con una viejecita que traía a otras viejecitas a verla entrevistar gente, y cuya banda de estudio incluía a Peter Hook de Joy Division/New Order, entonces esposo de Caroline. Y la mamá de Peter Hook era de las viejecitas que venían a ver a Mrs. Merton también. Para generaciones más o menos nuevas, o más o menos nü rave, Henry Normal estuvo además involucrado en The Mighty Boosh, con Noel Fielding antes de que se volviera el crush de todas las que ven el British Bake Off.
Y así podría seguir hablando de todo lo que ha hecho Henry. Pero ha hecho bastante. Con otra gente y por su cuenta. Le debemos muchísimo. Le debo muchísimo. Esa noche, su halago me inspiró lo suficiente para seguir escribiendo y seguir expresándome.
Tres años después, el poema fue impreso como parte de Meanwhile, mi libro debut de poesía con Burning Eye Books.
La semana pasada, Henry vino a Leicester, la ciudad donde vivo parte del año. Estuvo en un recinto pequeño e independiente, bastante querido en la ciudad. Antes se llamaba The Cookie, ahora se llama The Big Difference, y me he presentado ahí como música, poeta, y maestra de ceremonias en varios puntos de la vida. El escenario es acogedor y cercano. Se encuentra en el sótano y no son tantos escalones como los de aquella ocasión en Nottingham.

Ahora que estoy retomando la poesía y las presentaciones, aproveché para ir a verlo, agradecerle por aquella vez y darle una copia de mi libro.
Así fue. Y fue mucho mejor.
Henry me invitó a que leyera el poema en el escenario.

Henry Normal me subió al escenario a la segunda mitad de su show. Fue como algo sacado de una historia de Wattpad. Como comenté, fue como si Harry Styles invitara a una niña fan a que cantara Itsy Bitsy Araña. Y da la casualidad que mi poema tiene algo que ver con las arañas. Las chicas araña.
Se llama Spidergirls, y aquí está la evidencia en video:
A mis amistades en español les debo la traducción, pero ya vendrá cuando saque le nueva versión bilingüe del libro. Mientras, subí esta versión con subtítulos en inglés para Instagram. La subo aquí también, por si ustedes ya cumplieron mi sueño de dejar las redes.
Sigan construyendo sus propias redes, y sigan apoyando a quienes también lo hagan, uniendo sus redes también si es posible.





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